Si alguien se pone a pensar en todo lo que ha pasado esta temporada quizás lo fácil sería decir que es una temporada para «olvidar», pero también hay que hacer una reflexión no solo pensando en el primer equipo. El Club más allá de los problemas sociales y económicos tiene un futuro deportivo simplemente expléndido.
Rafa Nández
Es cierto, el primer equipo del Barça ha firmado una de las peores temporadas de la historia reciente. Deberíamos de remontarnos a la época de Gaspar para ver algo así, con aquel famoso gol de Rivaldo que nos metía, cual título, en un cuarto puesto que nos daba acceso a la Champions League.
Esta temporada, nada hacía presagiar que la llamada, de manera pretenciosa, «nueva era» acabase nada más arrancar. Todo parecía encaminado. Xavi ganaba una Liga y una Super Copa de España y lo próximo era hacer un buen papel en Champions y soñar. Pero efectivamente, los sueños, sueños son. El de Matadepera ya no está y ahora comienza otra «era», la «Era Flick», ya veremos lo que dura.
Entre medio de tanto mal resultado y despróposito, varios actores se han lanzado a la arena blaugrana afeando a esta directiva la gestión y tachándolos de improvisar y de poca transparencia. Algunos como Victor Font (que ya anunciado para el próximo jueves 27 una rueda de prensa a las 10h de la mañana y dónde Culerada News estará acreditado) ha sido el más «veligerante», señalando claramente los problemas del Club sin ambages y aunque si que ha presentado soluciones, estas de momento no han calado lo suficiente en el socio en general, siendo tachado además por algunos de oportunista. Para mí injustamente. No en vano tiene la fuerza de más de 17.000 votos en las pasadas elecciones. Solo por eso debe hablar, aunque se lo afeen.
Otros, como Marc Ciria e Iván Cabeza, saliendo también a la palestra, no para presentar candidatura, de momento que sepamos, si no para exponer sus soluciones sin meter tanto el dedo en la yaga y siendo más propositivos que despectivos. En los próximos meses seguirán proponiendo, según nos han dicho, y abriendo o cerrando posibilidades electorales, ya veremos. El ‘timing’ lo marcarán ellos. Estaremos atentos.
Saldrán más, seguro. Suena un grupo de socios que esperan agazapados su oportunidad para arrancar su ‘moción de censura’ tan pronto lo consideren oportuno. Y seguro que lo oportuno para ellos no será necesariamente lo oportuno para el Club.
TODO EN EL AIRE A VUELTAS CON EL MALDITO FAIR PLAY
Entre tanto estamos a esperas de que Jan Laporta y su junta puedan cerrar en positivo antes del 30 de junio un ejercicio muy complicado. Para no cerrarlo en falso antes de esa fecha tendrá que aportar a la Liga la firma del nuevo socio de Barça Studios, la venta dolorosa de algún jugador y/o la firma del nuevo contrato de Nike que no acaba de llegar. Todo para sumar no menos de €100M que lo libren de la ‘quiebra’ económica y social.
Rafa Nández
Pero no todo han sido malas noticias. En lo deportivo y hablando del primer equipo, no se han ganado títulos, pero se ha ganado tiempo. El tiempo de una fantástica generación de futbolístas que dan esperanzas a los culers. Por un lado el equipo femenino de fútbol se ha consagrado como la sección más exitosa tanto económica como deportivamente con 4 títulos esta temporada, incluyendo la ansiada Champions League. Tercera de la historia del club.
Por otro lado, la Masia. Una generación espontánea ha vuelto a sonreir al Barça una vez más y tras la pelota vemos correr a nombres que no hombres, son muy jóvenes, que nos ilusionan. Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Héctor Fort, Fermín López. Más los que vienen pisando fuerte. Marc Bernal, Dani Rodriguez, Marc Casadó, Olmedo, entre otros. Y todo dirigido por un Rafa Márquez que no convencia al principio pero que se ha ganado en el campo su renovación por una año, hasta Junio del 2025.
Por eso hemos de pensarlo bien antes de decir que ha sido una temporada desastrosa. Hay razones para la esperanza. Esperemos que Hansi Flick se sume a la fiesta y saque partido a los que están, los que vuelven y los pocos que puedan entrar. La temporada que viene más y porque no, mejor.