Barcelona, noviembre 2025 — En una noche silenciosa y cargada de simbolismo, Lionel Messi volvió a pisar el césped del Spotify Camp Nou, el estadio donde se convirtió en leyenda. Lo hizo sin cámaras, sin protocolo, sin previo aviso al club. La visita, revelada por el propio jugador en Instagram, ha generado una mezcla de emoción entre los aficionados y reconozcámoslo, malestar institucional en el FC Barcelona.
Una visita inesperada y un Club sorprendido
La noche del domingo, tras clasificar al Inter Miami para las semifinales de la MLS con un doblete, Messi voló a Barcelona por motivos personales. En torno a la medianoche, se presentó en el Camp Nou —actualmente en obras— y pidió permiso para entrar. Publicó varias imágenes en redes sociales acompañadas de un mensaje emotivo: “Anoche volví a un lugar que extraño con el alma. Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…”.
La reacción del FC Barcelona fue de desconcierto. De hecho el Barça tardó más de dos horas en dar una respuesta en redes. Una reconciliadora y que sin decirlo expresamente en ese momento, daba entender que sabía del tema. Pero fuentes nos confirman que el Barça se enteró como todos, cuando quiso Messi.
De hecho según hemos podido saber, la visita no fue coordinada con la directiva ni con el área de comunicación del club. Algunos trabajadores del estadio se enteraron en el momento, y no hubo presencia oficial para recibir al astro argentino. Esta falta de comunicación ha generado tensiones internas, especialmente considerando que Messi sigue siendo una figura icónica para la institución.
El entorno de Messi: Nostalgia y Gestos Personales
Desde el entorno del jugador se insiste en que la visita fue “privada y emocional”. Días antes, Messi ya había dado señales de su vínculo con el club al celebrar el cumpleaños de su hijo Thiago con temática azulgrana. Fuentes cercanas al jugador aseguran que no hubo intención de generar polémica, sino simplemente de reconectar emocionalmente, con un lugar que representa una parte esencial de su vida. De su vida, y permítanme de la vida de miles de culés.
La visita ha dividido opiniones. Las redes sociales y algunos medios no han dejado de hablar de otra cosa en las últimas 24 horas. Mientras los aficionados celebran el gesto como una muestra de amor eterno por el club, algunos sectores critican la falta de coordinación y lo interpretan como una señal de distanciamiento institucional. La prensa deportiva ha destacado la facilidad con la que el Barça se ve envuelto en polémicas incluso con sus leyendas. Había suco, ¿Por que no mojar pan? Pensaran algunos.
Durante la mañana de hoy está previsto que se publique en el Diari Sport una entrevista que en principio está grabada en Miami y que dirá poco o más bien nada de la famosa visita. Al no ser que haya un anexo de última hora que nos ayude a saber cual es la versión del jugador argentino.
¿Un paso hacia el regreso? o ¿Un aviso a navegantes?
Aunque Messi tiene contrato con Inter Miami hasta 2028, para algunos su mensaje deja abierta la puerta a un posible retorno simbólico. La frase “ojalá algún día pueda volver” ha sido interpretada como un deseo de cerrar el ciclo con una despedida oficial, algo que nunca ocurrió tras su abrupta salida en 2021.
La verdad, esa posibilidad, la de volver, siempre ha estado en el horizonte más o menos cercano, pero no me parece que sea la razón detras de la foto, al menos no volver como jugador en activo. Pero la foto no es casual, aunque la ropa sí lo sea, la calidad de la foto parezca del todo improvisada, en mi honesta opinión no veo que sea anecdótica o que no tenga contenido. Detrás, bien puede haber un mensaje incriptado de Leo para indicar que a él no lo usa nadie. Y me refiero concrecatamente a lo que se nos avecina en el futuro cercano, las Elecciones al FC Barcelona.
A nadie se le escapa que este acto, emocional si seguro, también está cargado de intención. Hay mensaje, tras el mensaje, seguro. A estas alturas no podemos quedarnos una explicación que se quede en un simple «yo es que pasaba por ahí». Es, para mí, un acto que no está en absoluto vacio de significado por parte de Messi. No es un acto inocente, es más es un mensaje al navegante, y ese navegante es Laporta.
En conclusión, la visita de Messi al Camp Nou ha sido un recordatorio de su vínculo indeleble con el club y la ciudad si, pero también ha evidenciado las heridas abiertas entre el jugador y la Laporta. Y digo Laporta y no institución, porque aquí conviene una vez más diferenciar entre continente y contenido.
Es decir diferenciar en definitiva, entre el Barça como institución (continente), Messi no tiene nada contra el Barça como tal, y el presidente Laporta (contenido). Lo que queda claro con este acto, es que esto no es en ningún caso un acercamiento de Messi a Laporta, más bien todo lo contrario, que conste en acta.