
Si en Junio del año pasado al acabar la temporada alguien nos hubiese dicho lo que en su primer año haría Flick con este equipo, hubiésemos pensado que eso solo pasa en los cuentos y que no estábamos para cuentos de ningún tipo. Pero la verdad, es que cualquier expectativa se ha quedado corta. Solo un par de minutos nos han separado de la temporada perfecta.
TRES CLAVES, LA PRIMERA: LOS CEREBROS

La primera de las claves pasa por los dos cerebros que de manera casi simbiótica han hecho posible que el Barça juege por encima de sus posibilidades, o incluso que descubriésemos sus verdaderas posibilidades. Estos dos cerebros han sido, Hansi Flick y Pedri.
Primera clave.
Resulta fácil ahora descubrir que teclas ha tocado Flick, pero cuando empezó la temporada no teníamos tan claro que el mister pudiese sacar la mejor versión de sus jugadores, para eso hay que usar muy bien la «materia gris» y la «materia emocional». Daria lo que fuera para ver a principio de temporada las reuniones que hizo con cada uno de los jugadores, como les convenció de que iban a hacer algo grande y como cada uno de ellos sería importante. Los casos de Raphinha, Ferrán o Lamine son claros ejemplos, pero hay uno que destaca sobre los demás.
Pedri, este es el nombre que se puede resaltar sobre todos. Después de más de tres años de mala gestión física y lesiones del jugador, recuperar a ese Pedri, a ese «cerebro» que fuese la extensión del técnico teutón, era clave. Y es que Pedri, ha sido con diferencia, para mí, el mejor de los casos de recuperación express, en un año, del entrenador blaugrana. Sobre Pedri, no habían dudas en lo técnico, solo dudas en su físico, y eso ya es historia.
SEGUNDA CLAVE: LA EFICACIA GOLEADORA

La mejor delantera del mundo en la actualidad son estos tres «monstruos» que curiosamente pertenecen a tres generaciones diferentes, Lamine (17), Raphinha (28) y Lewandowski (37). Pero los tres entienden el mismo idioma en lo que a goles y asistencias se refiere.
Segunda clave.
Lo de Lewandowski no era ni siquiera previsible. La temporada pasada no hacía preveer que en esta, el polaco volvería a la cifra que lo hizo fichar por el Barça, 40 goles por temporada, pero lo ha conseguido. Por otro lado, nadie podría imaginar que Raphinha podría alcanzar unos números tan estratosféricos como 34 goles y 25 asistencias (de momento) y acercarse al próximo Balón de Oro, pero lo de Lamine, es para darle de comer aparte.
Aunque si veiamos claramente que sería importante tras la Eurocopa donde fue sin duda el mejor con solo 16 años, ganándola y sentenciando a Francia con un golazo, nadie podría imaginar que a falta de 2 partidos para finalizar la temporada, llevaría 17 goles y 25 asistencias, con solo 17 años y siendo además goles y asistencias en partidos claves, cuando realmente Lamine se guarda su magia más pura.
LA TERCERA CLAVE, LA ACTITUD Y LA MASIA

El hambre de este equipo, mezcla de jovenes con hambre e intensos y experimentados pero con la misma hambre y la misma intensidad explica el resto de la temporada. Y creo que están en los aperitivos y para la siguiente temporada pedirán más platos. Tienen mucha hambre todavía.
Lo primero que aprendimos de la Flickpedia, era que sus equipos tendrían que tener dos cosas que no se podían negociar. Prácticamente en la primera rueda de prensa nos habló de «manternerse concentrados (el famoso «focus») e intensos durante todos los minutos». Quién cumpliera esas dos premisas, aunque solo jugase pocos minutos, sería recompensado, por lo contrario si alguien salía y no aceptaba estas dos reglas de oro, no tendría protagonismo. Y a día de hoy, ya todos podemos poner nombre, (no lo haremos hoy, no toca) a quienes aceptaron el reto y quienes no.
NADIE DUDA YA DE ESTE BARÇA, ES MÁS LO TEMEN.
A tenor como se están reforzando los rivales, algunos como el Real Madrid o el City ya están firmando a grandes figuras y prometedores jugadores, todo indica que los rivales del Barça han tomado nota y van a plantar cara o al menos intentarlo la próxima temporada. No se fian, es más ahora mismo a este Barça se le teme.
Pero hay dos cosas que harán saltar por los aires los esfuerzos ajenos y seguramente ensalzaran los propios. Lo primero, la esperadísima vuelta a casa, al Camp Nou. Si no hay «imponderables» como repite el presi siempre que puede, después de la vuelta de la primera parada por selecciones en Septiembre volveremos a un nuevo Camp Nou. A medias, quedarán obras por delante, pero estaremos ya allí.
Y la verdad, teniendo en cuenta las cifras de 18 millones de euros en ticketing del pasado clásico en Montjuich, record absoluto e histórico, no quiero ni imaginar que va a significar para las arcas del club la vuelta al templo blaugrana.
La segunda, razón para ser optimistas es que la base de este equipo, la Masia, es muy fuerte y lo que viene por detrás es muy ilusionante. Ya hemos visto que Flick no tiene problemas en usar jovenes e incluso en la rueda de prensa de hoy, (Jornada 37) no ha hecho ascos a probar un 11 de la Masía, algo que no conseguimos desde que el añorado Tito Vilanova nos demostró que era posible.
En conclusión, el sueño no va a ser solo de una corta y calurosa noche de verano, el sueño será el que podemos ver brillar en los ojos, de Lamine, Pedri, Balde, Cubarsí y incluso de Iñigo Martínez, y ese sueño es posible que se convierta en pesadilla en el kilómetro cero peninsular. ¡Força Barça!