Lunes, 8 de diciembre de 2025, Rafa Nández. La situación de Ronald Araujo reabre el debate sobre el cuidado psicológico de los atletas. El experto Marcos Ochoa, asegura que la pausa del uruguayo es una decisión «muy recomendable» y critica el papel tóxico de las redes sociales y el juicio inmediato del aficionado.
El panorama del fútbol de élite, a menudo percibido como un mundo de fama y fortuna, esconde una realidad mucho más compleja y exigente. El reciente caso de Ronald Araujo, quien solicitó un tiempo de descanso en el FC Barcelona, ha puesto el foco en la salud mental de los deportistas de élite. Para abordar esta problemática, el canal Culerada News entrevistó a Marcos Ochoa, psicólogo deportivo, para desglosar las causas, los efectos y la gestión de la presión emocional en el alto rendimiento.
Del Héroe al Villano: El Estigma de la Lesión Menta
Nuestro invitado comenzó señalando la gran diferencia entre una lesión física y una emocional. Mientras que una dolencia física como la rotura de ligamentos tiene un «timing» y un proceso controlados, «con temas mentales es que es otro mundo y por desgracia es un mundo mucho menos trabajado». A diferencia de la medicina deportiva, la salud mental en el deporte no se trabaja desde edades tempranas y sigue arrastrando un fuerte estigma.
El caso de Araujo, según Ochoa, es un ejemplo claro de cómo la presión puede devastar al atleta. El entorno, especialmente las redes sociales, son un «problema gravísimo» por el anonimato que hay tras ellas. Los futbolistas, expuestos a un foco constante, pasan rápidamente «de héroe a villano» por un error puntual. Esta dinámica genera una polarización mental peligrosa en el jugador: «o todo bien o todo mal».
Ochoa citó ejemplos de atletas que han gestionado la situación de forma ejemplar, como Ferrán Torres y Ricky Rubio por hablar abiertamente de su salud mental. En contraste, el experto recordó las dificultades que enfrentaron figuras como Bojan Krkić y Philippe Coutinho, cuyo descenso de rendimiento en el Barça fue inexplicable tras una gran media temporada.
Respecto a la decisión del central uruguayo, el psicólogo la considera «muy recomendable» aconsejándole olvidarse de la prensa y cerrar sus redes sociales para centrarse en sí mismo.
El Club como Pilar de Respeto y el Psicólogo de Confianza
Ante la pregunta de qué debe hacer un club en estas situaciones, Ochoa fue categórico. El primer paso es «respetar y ayudar en todo lo que pueda» y dar el espacio necesario al jugador, comparándolo con una baja por ansiedad en cualquier empresa.
Aunque muchos equipos, como los de la NBA o la selección española con Luis Enrique, ya integran a psicólogos. El experto puntualiza un detalle crucial: el vínculo es personal. Un error grave sería «obligarle a ir al psicólogo del club» El jugador debe tener su propio terapeuta de confianza, ya que las vertientes de la psicología son amplias y es vital encontrar la más adecuada para su personalidad
En este contexto, el enfoque paternal y de protección de Hansi Flick, el nuevo entrenador, fue visto como un factor positivo, ya que puede ayudar al jugador a «atreverse a pedir esta ayuda».
La Peligrosa Conexión Mente-Cuerpo: De Araujo a Ansu Fati
Uno de los puntos más relevantes de la entrevista fue la relación entre la mente y las lesiones físicas. El psicólogo confirmó que la somatización puede provocar malestares como la urticaria o la pérdida de pelo. Sin embargo, en el deporte de élite, el efecto se manifiesta de otra manera:
Mente al Cuerpo: Un error recurrente (como los fallos defensivos de Araujo) lleva al jugador a «sobrepensar» la jugada y a dejar de actuar por instinto. Esto lo vuelve «más ortopédico», lo tensa y el intento de frenar el movimiento para no cometer un error puede causar una rotura.
Cuerpo a la Mente: El trauma de una lesión grave y recurrente genera un gran miedo. Jugar con ese miedo lleva al atleta a ser «más conservador» y a poner la pierna «floja», lo que paradójicamente puede dificultar la recuperación total o provocar nuevas lesiones. El caso de Ansu Fati o el ex-NBA Derrick Rose son ejemplos de cómo múltiples lesiones hunden mentalmente al deportista.
El Respeto como Única Herramienta
Al finalizar la entrevista, Ochoa hizo un llamado a la empatía del público y los comunicadores, reconociendo que es muy difícil identificar los problemas de salud mental de un atleta desde fuera.
El consejo más fundamental es simple: «respetemos al ser humano». No se debe juzgar, pues no se sabe lo que hay detrás, y las acciones del público pueden tener «consecuencias muy graves».
A pesar de la toxicidad de las redes sociales, el psicólogo se mostró optimista sobre el futuro, ya que el hecho de que la salud mental se esté visibilizando y se le ponga nombre ayudará a que cada vez más personas, y por lo tanto más deportistas, busquen ayuda.
La entrevista completa con el psicólogo deportivo Marcos Ochoa puede verse en el siguiente enlace http://www.youtube.com/watch?v=9zjwrQuRf8w
