Esta pregunta puede parecer sencilla de contestar pero no lo es. Más allá de que cada uno tengamos nuestra propia opinión, está claro que la respuesta es dual. Por un lado y para algunos, es una amenaza, pero tras 24 horas, tras ver toda la propuesta con calma y oir hablar a un convincente Bernd Reichart, que ha ido explicando, a quién le ha querido escuchar su propuesta, también es una oportunidad.

¿Para quién es una amenaza la Superliga? ¿Para los aficionados? Bueno parece que no. Mediante una plataforma de streaming gratuita llamada ‘Unify’ todos los aficionados al fútbol que tengan un dispositivo digital, sea, televisión, móvil o tableta, una conexión a internet mínimamente estable y se descarguen la app podrán ver el contenido, es decir, todos los partidos y totalmente gratis. Vivas donde vivas en el mundo. Esto de ninguna manera puede representar una amenaza para los que realmente son los verdaderos protagonistas de este ‘negocio deportivo’, los fans. En este caso, claramente es una oportunidad.

¿Para los clubes representa una amenaza? Parece que tampoco. Hoy en día, los clubes no tienen ni el poder y ni el control de las competiciones europeas y nacionales en las que participan. Apenas tampoco de lo que generan y tapoco el retorno de lo que aportan, su patrimonio.

Me refiero al ‘patrimonio’ que ponen al servicio del espectáculo, los equipos con sus jugadores, sus instalaciones y estadios, sus aficionados, que son los que siguen a su equipo y generan el mayor negocio, sea por pay per view, agencias de transportes, hospitality, etc..

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Los clubes ponen todo eso y perciben por medio del intermediario de turno, la UEFA o la FIFA una porción ínfima del pastel de beneficios. Por otro lado, tampoco la reglamentación está sujeta a debate entre clubes. Máxime cuando dicha reglamentación, fuera y dentro de los terrenos de juego, está obsoleta y muy alejada, una vez más de la afición. Por lo tanto, de nuevo, también aquí la Superliga es una oportunidad. En este caso para que los clubes recuperen el timón.

Dicho esto, ¿Dónde a día de hoy, reside la amenaza? Claramente en el Status Quo establecido por dos organizaciones, UEFA y FIFA que además de antagónicas en sus intereses, unos privados y otros federativos, también están a la greña con cosas de tan sentido común como un calendario unificado y una propuesta de reglamentación común. En otras palabras, un fútbol único y que no maree al aficionado dependiento en que liga juegue tu equipo.

¿Ejemplos? La diferencia en como se aplica el VAR en Francia, La Premier o la Liga Española, normas en las manos, fueras de juego y dónde se pone el límite en el trato con los árbitros. Luego, estos equipos llegan a jugar en la Champions y como la costumbre de cada uno en referencia a estas reglas son diferentes, los agravios comparativos se muestran en cada partido y eliminatoria.

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También se ven amenazados los ‘encargados’ de gestionar estos organismos. Ciertas personalidades que llevan años y en algunos casos hasta décadas siendo el ordeno y mando y las caras y ‘voces visibles’ de las competiciones, y claro, ahora ven como su posición de privilegio, se ve amenazada. Aquí si, la Superliga es claramente una amenaza. Un ejemplo.

Ayer, en el programa de Manu Carreño, ‘El Larguero’ de la cadena SER, se entrevistó a Bernd Reichart. En todo momento el CEO de la Superliga se mostró dialogante y educado, más allá de que puedas estar de acuerdo conél o no. Sin embargo, alguien a quien admiro, por sus conocimientos futbolísticos, que admiro por sus años de profesión y análisis del fútbol europeo y creo además, una voz autorizada (hablo de Axel Torres) se mostró veligerante y hasta mal educado al afearle a Bernd Reichart «Usted se está riendo de nosotros, ¿verdad?»

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Claro, entiendo perfectamente que para personas como Axel Torres que trabaja para Media Pro, que actualmente tiene los derechos televisivos, la Superliga pueda representar una ‘amenaza’ a su modelo de negocio e incluso a su trabajo, pero eso no debe permitirle caer en el ‘nerviosismo’ desmesurado en el que cayó ayer y que le dejó ‘viralmente’ en evidencia. Bernd Reichart, se sorprendió pero no entró a trapo, simplemente contestó, haciéndolo como lo había hecho hasta ese momento, de manerá cortés y con un excelente español. Se le entendía todo, vaya.

La otra amenaza, también radica en otras personas que llevan lustros e incluso décadas, como señalábamos antes, viviendo de manera lícita, como no, de este negocio. ¿Ejemplos?

Tebas, Ceferín o Infantino podrían ser el máximo exponente de amenaza de una Superliga, que por otro lado, no nos engañemos seguramente con el tiempo va a crear sus propios ‘fantasmas‘ y lo de ‘fantasma’ no lo digo de manera peyorativa, si no como muestra de que algo puede empeorar con el uso y/o abuso.

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Ser cortoplazista en este asunto, es mal asunto, valga la redundancia. Incluso antes de la sentencia algunos ‘actores’, sin ver la propuesta, ya habían lanzado improperios y comunicados anclados en el 2021, donde la Superliga se presentó con nocturnidad y alebosía en el ‘Chiringuito de jugones’

Dentro de 24 días, o ya puestos y para aprovechar el número, en el 2024 seguro que tendremos todos más información, más sosiego y sobre todo, seguro que algunos diran ‘digo’ donde un día dijeron ‘Diego’. Yo prefiero esperar, ver como avanza todo. De momento además del FC Barcelona y el Real Madrid, otros históricos en Europa como el Nápoles, e incluso tímidamente el Mílan ya se están acercando al redil de la Superliga, ni que sea solamente, por escuchar y a ver que tal les va. Igual serán de momento 4 gatos, pero no olvidemos que la actual Champions, hija de la Copa de Europa, comenzó con un partido amistoso y 70 años más tarde aquí estamos.

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